La luz delantera de bicicleta es un accesorio esencial para mejorar la visibilidad y seguridad del ciclista, especialmente durante la noche o en condiciones de baja luminosidad. Generalmente, se instala en el manillar o en el cuadro delantero, proporcionando una iluminación potente que permite al ciclista ver el camino y ser visto por otros usuarios de la vía. Estas luces suelen ser alimentadas por baterías recargables o pilas y varían en intensidad, desde luces de bajo brillo para visibilidad general hasta potentes luces de haz concentrado para alumbrar distancias largas. Además, muchas luces delantera cuentan con diferentes modos de luz, como constante o intermitente, y son resistentes al agua para soportar condiciones climáticas adversas.
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